martes, 20 de noviembre de 2012


Octubre 26 de 2012


Diez cosas que debes hacer para que tu pareja se aburra en la cama

Cuando queremos aconsejar a las personas para que su vida sexual no se apague ni se torne aburrida o monótona, surgen cantidad de  truquitos que buscan evitar que se extinga la llama de la pasión. Sin embargo, las parejas, especialmente las que tienen largo tiempo de dormir juntitas, continúan quejándose de su media naranja y evitan la intimidad o buscan a otro en la calle que les inyecte un poquito del entusiasmo que falta en su casa.

Vamos a revisar entonces cuáles son esas cositas, palabras o gestos que apagan el entusiasmo de la pareja y espantan al más caliente de los amantes:

1.       Ve a la cama sin bañarte, ponte el interior más viejito que tengas o esa piyama que tienes años de tenerla y no la reemplazas porque “es holgada y no te aprieta”. Nada de malgastar dinero en ropa interior presentable o sexi.

2.       Aprovecha las noches para aplicarte mascarillas, ponerte los rulos o ganchos en la cabeza o usar esa crema que te formuló el médico para los paños y que huele a azufre. Si mi pareja me quiere tendrá que entender que necesito aprovechar el descanso para cuidar mi imagen.

3.       Dile a tu pareja que haga todo por ti porque estás cansado (a) y tienes que madrugar. ¡Ah, y que termine rapidito y se satisfaga solo! Mientras tanto veo de reojo el programa de televisión que por nada del mundo me quiero perder.

4.       Contesta el teléfono que está timbrando o responde el pin de tus contactos mientras tu pareja está esperando que te desocupes de tus relaciones sociales. Si él o ella se duermen, no importa que mañana será otro día. Esto también incluye el uso del computador: “cómo hago si tengo que aprovechar las noches para seguir trabajando”, dice más de uno.

5.       Si tu amante te propone algo nuevo para salir de la rutina muéstrale asco o disgusto y dile terminantemente que no. No te interesa intentarlo ni justificar tu negativa; “simplemente, no es no y punto”.

6.       En la cama y en plena acción, pregúntale si eso lo hacía con sus ex, o si eres mejor que los anteriores, o si ya llegó al orgasmo, etc., etc. Habla como un loro todo el tiempo pero no de manera sensual. O bien, a punto de llegar al éxtasis, recuérdale si pagó el recibo o si llamó a la suegra.

7.       Si en alguna ocasión falla la respuesta sexual de la pareja, monta en cólera y pregúntale si ya no te ama o si tiene otra persona; no le muestres comprensión ni le des el derecho a fallar de vez en cuando. Si acaso te pide que le acompañes al médico contéstale que eso no es asunto tuyo porque te sientes muy bien.

8.       Desde bien tempranito arma cantaleta por todo o cuando llegues a la casa regaña con gritos a todo el mundo: que la comida está fría, que recojan el desorden, que la plata no alcanza, en fin… Y al llegar la noche, como si nada desagradable hubiera ocurrido en el día, busca a tu pareja y espera que, por arte de magia, esté dispuesta a tener sexo.
9.       Muéstrate indiferente ante tu marido o mujer, sin importar los cambios en su cabello, si estrenó camisa, si lo felicitaron en el trabajo o si cumplió años. “Para qué tanta melosería si él o ella saben que le amo”, es la frase común de las personas anti-detalles.

10.   Llega tomado(a) a tu casa y oliendo a cigarrillo o sudor después de una fiesta o parranda inolvidable con tus amigos; no se te olvide hacer esto con frecuencia. Si tu media naranja saca excusas para retozar en la cama contigo, dile que no le entiendes y amenázala con devolverte a la calle y no volver jamás.

Pon en práctica estos consejos anti-sexo y lograrás alejar a tu pareja y llevar una sexualidad aburrida y vacía.

martes, 30 de octubre de 2012


Octubre 18 de 2012






Conductas sexuales de los jóvenes que los adultos desconocen

En el pasado Congreso Latinoamericano de Sexología, realizado en Medellín la semana pasada, tuve la oportunidad de exponer las nuevas experiencias eróticas de los jóvenes de hoy que muchos adultos desconocen.
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La nueva generación de jóvenes, llamada Millenium, nació bajo la influencia de las tecnologías que acercan las costumbres, pensamientos e ideas de una región del mundo a otra.. El internet, las redes sociales, los videojuegos y los teléfonos inteligentes forman parte del menú diario que consumen niños, adolescentes y jóvenes.
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Por eso no es raro que un chico de 12 años "suba" una foto de su cuerpo semidesnudo a su facebook para que sus contactos lo vean; ni se extrañe si descubre a sus alumnas jugando a excitar entre todas a un compañero.

Asústese, sorpréndase o, ¿por qué no?, imite estas conductas sexuales que practican los jóvenes:
1. Chat erótico: una cámara y un micrófono conectados a internet sirven para tener una relación sexual virtual en la que las personas se estimulan con palabras, se desnudan y masturban
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2. Sexting: se envían fotos o videos sensuales o eróticos a otra persona, generalmente la pareja. Cada vez se utiliza este tipo de mensajes en todo el mundo.

3: Ligues: o "frees": son relaciones breves que nacen en una discoteca, un paseo o un bar; se disfruta el momento y al día siguiente no se debe esperar ni una llamadita.

4. Amigovios o amigos con derechos: consisten en relaciones de pareja sin compromisos pero sazonadas con sexo y romance.

5. Speed dating: son unas citas organizadas con antelación en un sitio privado con inscripción previa, en las que las personas tienen un tiempo de 5 a 10 minutos aproximadamente, para conversar y conocerse. Aquí se tiene la oportunidad de iniciar un romance si queda flechado por alguien.

6. Speed plating: son las mismas citas previamente establecidas pero el punto de encuentro es un restaurante; mientras se conversa con el otro u otra, se consume un platillo o comida pequeña. Si algunos de los participantes se atraen, pueden " comerse" el plato mayor en otro lugar.

7: Juegos eróticos: un grupo de personas se reúnen (consumen licor o drogas si lo desean) para jugar con dados, cartas o apuestas de contenido picante; algo así como el juego de la botella tradicional pero más atrevido. Aquí se apuesta, por ejemplo, para que varias personas exciten de varias maneras a un chico sin que este muestre una erección o, de lo contrario, pierde el juego y paga una penitencia que puede ser el "aguantar" la introducción de un objeto en el ano sin derecho a quejarse.

8. Ponceo: es una actividad grupal nueva de algunas tribus suburbanas como los "pokemones" en la que chicos y chicas intercambian besos indistintamente del género. A pesar de lo que usted puede estar pensando en este momento, estos jóvenes no son necesariamente homosexuales.

Conclusiones: estos nuevos repertorios sexuales juveniles son: ¿aberraciones?
locuras?
novedades?
Saque usted sus propias conclusiones y decida de qué manera debe educar sexualmente a sus hijos e hijas para enfrentar un mundo saturado de tecnología y relaciones humanas virtuales que ayudan o no a construir una sexualidad humana e integral.

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lunes, 22 de octubre de 2012


Octubre 5 de 2012

Mitos acerca de los genitales















Gran revuelo ha causado en el país la noticia sobre el cáncer de próstata que afecta a nuestro presidente, revelada por el mismo Juan Manuel Santos, con asombrosa tranquilidad y sinceridad. Y no es para menos lo sucedido; se estima, según cifras de la Liga Colombiana contra el Cáncer, que este año se presentaran 6.500 casos nuevos de cáncer de próstata y que es superado solo por el cáncer gástrico como primera causa de muerte por cáncer en los colombianos.

Las campañas publicitarias y los consejos médicos insisten en que la revisión periódica de los genitales es el primer paso para la prevención y detección temprana de diferentes enfermedades que afectan la salud de las personas e incluso, pueden causar la muerte. Pero, la gente sigue obstinada en no hacerse unos exámenes tan sencillos como la citología del cuello uterino o el tacto rectal que hace el urólogo para examinar la próstata.
¿Por qué ocurre esto? Si nuestros órganos genitales son tan normales como otras zonas del cuerpo, muchas personas se resisten a cuidarlos, hasta el punto de que algunas  esperan tener síntomas graves como un sangrado o una obstrucción urinaria por el miedo o pena de acudir temprano al médico.
Una de las razones de la aparente terquedad de cuidar nuestra salud sexual y reproductiva se basa en los mitos que hay sobre los genitales. Revisare algunos de los más comunes con la esperanza de que al leerlos nos demos cuenta que la desinformación en sexualidad nos conduce a temores y vergüenzas  infundados que conducen a enfermedades y disfunciones  sexuales.

1.       El tacto rectal que hace el médico para examinar la próstata le resta masculinidad al hombre: esta creencia infundada es la principal causa del retraso en visitar al urólogo. Se escuchan bromas sobre la probable homosexualidad que ¨se despierta¨ en el paciente que es examinado, desconociendo que la orientación sexual no viene determinada por un examen anal.
2.       Los médicos se excitan cuando tienen que examinar a una paciente : recuerdo una que otra vez, cuando hice mi año rural en el campo, que las mujeres se negaban a hacerse la citología porque sus maridos se lo prohibían argumentando que nadie las iba a mirar ´¨allá abajo¨ y, mucho menos, a enamorarlas. Lastimosamente, algunas de estas mujeres echaban estos cuentos cuando llegaban a urgencias por un cáncer de cuello uterino avanzado.
3.       Los genitales de la mujer son tan delicados que no se deben tocar: me imagino que algunas de mis lectoras nunca aprendió a manejar una bicicleta porque la abuelita se lo prohibía cuando era una niña, con la explicación de que podía dejar de ser ¨señorita¨. Ese miedo ancestral del daño a los genitales femeninos es el mismo que impide que nuestras mujeres ni conozcan su vagina o clítoris, ni se  toquen y mucho menos se  estimulen para sentir placer.
4.       El ano es solo para defecar y para nada más: este mito tiene que ver con la rigidez de ¨lo normal y anormal¨ de nuestra cultura en la que las cosas se perciben solamente entre dos extremos, sin contar con que la diversidad existe también en nuestros cuerpos. La zona anal tiene iguales terminaciones nerviosas que la vagina y el pene y por eso cualquier persona puede sentir placer e incluso un orgasmo durante el sexo anal; esto ocurre tanto en mujeres como en hombres y no tiene que ver en absoluto con la preferencia sexual.
5.       Los genitales deben estar depilados para sentirse mejor: con el auge de la depilación, se ha llegado a creer que rasurarse el vello que rodea a los genitales es liberarse de algo indeseable o feo. Este vello actúa como una especie de colchón que protege a la vulva y pene contra infecciones, sudoración o microtraumas. Así que no es obligatorio depilarse y debe mirarse como una elección personal.

Septiembre 21 de 2012

La sexualidad en los discapacitados mentales: ¿una infancia sin fin?










En el campo de la sexualidad, las personas con déficit cognitivo son tratadas como unos eternos niños negando así la posibilidad de que puedan reconocer los cambios en su cuerpo, expresar sus necesidades y deseos sexuales y la posibilidad de entablar relaciones de amistad o de pareja, de acuerdo a su nivel de desarrollo mental.


Revisemos algunas inquietudes de padres o educadores de niños, adolescentes o adultos que tienen discapacidad intelectual:

“Darío cumplió 17 años y cada vez está más rebelde. No quiere jugar con los compañeritos de la escuela y dice que él ya está grande”.

“Mi hija se la pasa mirando en el espejo sus senos que están creciendo”.

“Lolita dice que el vecinito de nuestra casa es su novio y eso me preocupa”.

Muchas personas piensan que ocultando  o negando el desarrollo sexual de un discapacitado mental  es librarlo de riesgos y de temas de sexo “que no son aptos para esa persona”. Se escuchan frases como estas: “él no entiende de esas cosas” o “si le hablo de sexo se va a morbosear”.

Precisamente el “morbo” endilgado a los discapacitados mentales se origina por la ausencia de educación sexual en sus hogares. Si un chico o chica con síndrome de Down, por ejemplo, no entiende su deseo de masturbarse y no se le habla del tema, no va a aprender a controlar sus impulsos ni comprenderá el concepto de intimidad que se requiere.

Si desde que son pequeños y de acuerdo a sus habilidades sociales y mentales, se les va a dando a conocer las partes de su cuerpo, incluyendo a los genitales, los discapacitados mentales van a interiorizar pautas de conducta que los conduzcan a un desarrollo sico-sexual adecuado. Por supuesto, cada niño o adolescente con déficit intelectual va a evolucionar a un ritmo y forma particular.

Debo recordar que el desarrollo sexual de estas personas es igual al de otras personas que no tengan discapacidad cognitiva; es decir, la aparición de vello, el cambio de voz, el crecimiento de los senos y caderas, el aumento de tamaño del pene, así como la llegada de la primera menstruación en ellas y de la primera eyaculación en ellos, ocurre en el mismo rango de edad que el resto de adolescentes.

Algunos elementos fundamentales para lograr una sexualidad sana en los discapacitados mentales son:

·         Enseñarles hábitos de higiene desde su infancia.

·         Educarlos en el conocimiento de su cuerpo y en la diferencia que hay entre hombres y mujeres. Fomentar el respeto por su propio cuerpo y el de las otras personas para prevenir el abuso sexual.

·         A medida que vayan descubriendo el  placer que les da el frote de sus genitales hay que hablarles de la importancia de que deben hacerlo en privado. Algunos discapacitados adquieren el hábito recurrente de masturbarse lo que obliga a los padres a revisar si hay alguna fuente de ansiedad o soledad que lo perturbe. Nunca debe castigarle, ni amarrarle las manos ni insultarlo.

·         Enseñarle que el contacto corporal con otras personas debe tener límites. Así evitará que el discapacitado mental quiera abrazar, besar o manosear a un familiar o visitante.

·         Propicie la autosuficiencia en el discapacitado cognitivo. Si usted, aún siendo grande, le hace todas las cosas y no lo educa para que se vuelva autónomo, cuando sea adulto ya será demasiado tarde y no le negará la posibilidad de que eleve su autoestima que va unida al autocuidado.

·         Si el discapacitado intelectual tiene una relación de pareja, procure respetarlo sin subestimar su potencial afectivo. Asesórese con profesionales que conocen el tema para revisar la prevención de embarazos e infecciones; se conocen personas con estas discapacidades que se han casado y llevan una vida normal.


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domingo, 23 de septiembre de 2012


Sexo con la almohada

Los sueños húmedos han sido sinónimo de cambios hormonales, la adolescencia y la eyaculación masculina. Pero, ¿quién dijo que las mujeres no tenemos fantasías eróticas mientras dormimos?

Alcanzar un orgasmo no es tarea única de la penetración. Se dice que el 2% de la población femenina tiene el don de tener un orgasmo con tan solo pensar en sexo, una capacidad admirable que solo se le puede atribuir al órgano sexual más poderoso, el cerebro.

Pero para el 98% restante de las chicas que todavía piensan que se necesita del miembro masculino o de un juguete sexual para estimularse, la clave alterna está también en una de las actividades más placenteras para el ser humano: el dormir.

Tener sueños sexuales es tan natural como comer o hacer ejercicio, es más, para cualquier persona soñar mientras dormimos es una necesidad que contribuye a la salud mental. Un experimento en el que se les impidió soñar a varios individuos, demostró que el resultado al despertar fue que se sintieron más irritables y cansados.

Para liberar toda esa carga del día, Morfeo nos ha obsequiado la capacidad de hacer realidad muchas fantasías a través de los sueños. Y aunque los sueños húmedos se les han atribuido directamente a los varones, las mujeres también tenemos la capacidad de excitarnos, lubricar y llegar a un orgasmo, muchas veces más intensos que cuando estamos despiertas.

A pesar de que sí es más frecuente en hombres que en mujeres, pues debido a que el pene es más sensible y está más expuesto al roce mientras se duerme, ellos tienen más facilidad para estimularse involuntariamente, provocar una erección y una eyaculación solo con soñar. Pero muchas todavía nos negamos a reconocer que hemos tenido sueños eróticos. La médica sexóloga Nereyda Lacera afirma que “Hoy en día las mujeres se apersonan más de su sexualidad, el componente de autoerotismo que enciende esa chispa en el sueño es la que nos obliga a liberarnos de tabúes e inhibiciones sexuales que no expresaríamos en público”.

Los sueños sexuales con alto voltaje son los que nos provocan un incremento en la lubricación vaginal, generalmente esas fantasías oníricas tienen como protagonista a nuestra pareja actual o en otros casos una celebridad con la que siempre hemos soñado estar.

Sabías por ejemplo que, ¿durante la menstruación, la ovulación e incluso durante el embarazo los sueños mojados aumentan?
Según el científico del sexo, el doctor norteamericano Alfred Kinsey, un 70% de mujeres y el casi 100% de los varones tienen sueños eróticos; en cuanto a alcanzar el orgasmo mientras se duerme el 37% de las mujeres estudiadas reportó haber experimentado orgasmos durante el sueño.

Y aunque se siga pensando que esto es una práctica de adolescentes, para los sueños húmedos no existe límite de edad. Una gran mayoría de mujeres que acuden al consultorio de su médico con problemas sexuales, han revelado que logran alcanzar el orgasmo en sus sueños y se despiertan con lubricación abundante, pero a la hora de tener actividad sexual con su pareja se bloquean.

Agosto 24 de 2012
Hablar de sexo con mis papás: ¡qué incomodidad!







La juventud avanza a pasos agigantados en la vida y pareciera que los jóvenes andan afanados buscando nuevas cosas que los transformen en adultos. Muchas veces, los padres de familia se alarman por la vida que los jóvenes quieren llevar: consumo de alcohol y drogas desde la primaria, relaciones sexuales precoces, salidas a rumbear hasta bien entrada la noche y otras conductas que los “viejos” – léase los papás – no entienden ni aceptan.

La sexualidad es un tema ausente en muchos hogares desde antes de que los hijos lleguen a la adolescencia y se vuelve más invisible cuando los chicos y chicas sobrepasan los 18 años. ¿Por qué ocurre esto? Por la incomodidad y vergüenza que el tema de sexo causa en los adultos que contribuye a que los hijos crezcan en el silencio y se vaya volviendo cada día más difícil hablar de algo que estuvo vedado todo el tiempo.

Así como los adultos prefieren callarse ante los hijos en los temas sexuales, los hijos también se avergüenzan o incomodan cuando surge una situación que revela su propia sexualidad. Sin embargo, la sexualidad debe ser un tema abierto y espontáneo en cualquier familia moderna, por lo que los jóvenes deben aprender a hablar de sexo con “sus viejos”.

¿Cómo hablar de sexo con los padres?
§  Lo primero que debes hacer es educarte en sexualidad si tus padres no lo han hecho. Los jóvenes actuales manejan perfectamente el internet y las redes sociales; si les sacas provecho podrás obtener toda la información positiva que requieras acerca del sexo buscando en las páginas de sicología o sexología. Así como duras horas y horas frente al computador, busca resolver tus dudas sexuales en la red durante unos cuantos minutos diarios.

§  Cuando se presente un motivo de conversación en la familia acerca del sexo, no pongas cara de que no sabes nada; seguramente a tus papás les da pena conversar sobre el tema. Habla espontáneamente sobre lo que conoces del asunto tratando de ajustar tu lenguaje a la edad y educación de los adultos presentes. No vas a hablar de sexo con tus abuelitos de la misma manera que lo harías con unos papás jóvenes. 

§  Reconoce que tus vivencias sexuales, sean pocas o muchas, no van a ser de obligatoria aceptación en tus padres. Es posible que hayas iniciado tu vida sexual y que tus papás no lo acepten; si ya eres mayor de edad y “tus cuchos” se oponen a ello, tienes la opción de seguir tu vida sexual a pesar de los regaños y peleas de los adultos, o bien, independizarte y empezar a asumir las responsabilidades propias del joven que se va de su casa paterna. 

§  Todos tenemos el derecho a preservar nuestra intimidad. Por ningún motivo, un joven está obligado a contar si tiene o no relaciones sexuales, si toma anticonceptivos o si tiene un noviazgo. Lastimosamente en muchas familias las jovencitas son maltratadas por sus papás cuando sospechan o descubren que tienen una pareja. Si deseas hablar del tema con los adultos, trata de hacerlo con asertividad en un ambiente propicio de diálogo y respeto. Si crees que no puedes hacerlo sola, busca el apoyo de un familiar o amigo cercano de tus papás.

§  Busca construir puentes de comunicación con los adultos. La sexualidad en la juventud es más enriquecedora cuando existe confianza con los papás para resolver dudas o pedir consejos; no siempre los amigos de tu edad van a ser los mejores consejeros. Si tus padres son renuentes a hablar contigo de sexo busca aliados en tu tío, tu madrina o un consejero.

§  La sexualidad en la juventud debe asumirse con todas las consecuencias que pueda traer. Así que debes prepararte con responsabilidad para una vida sexual activa; busca asesoría médica en planificación familiar y prevención de infecciones. Igualmente, la madurez que vayas adquiriendo te mostrará que el abuso de alcohol y otras sustancias causa problemas que pueden dañar tu vida y la de los demás. ¡La juventud no es sinónimo de vida loca!


Agosto 8 de 2012
La eyaculación precoz
J. llega a la consulta un poco tímido para contarme que tiene una eyaculación precoz desde que inició su vida sexual. Tiene 28 años y las parejas que ha tenido le han criticado su desempeño “por venirse rápido”; esto lo aleja de la posibilidad de tener novia y se siente muy deprimido e inseguro.

M. es un hombre casado, de 45 años, que presenta eyaculación precoz desde hace cinco años. Su esposa lo acompaña a la consulta pero manifiesta rabia porque él nunca antes había querido buscar ayuda, excepto alguna vez que compró una crema “retardante” en un sex-shop. Ambos están profundamente insatisfechos al punto de que duermen en habitaciones separadas y pelean todo el tiempo.

Los dos casos anteriores son una pequeña muestra de los hombres que padecen eyaculación precoz y que esconden su problema sexual porque les da pena, piensan que pueden mejorar con el tiempo o acuden a tácticas poco exitosas como respirar profundo o pensar en algo diferente mientras realizan el coito. Con el tiempo, la eyaculación no mejora y aumenta la angustia porque saben que dejarán insatisfechas a sus parejas y, a su vez, aumentará la insatisfacción en ellos mismos.

La eyaculación precoz es la disfunción sexual más frecuente en los hombres jóvenes; se habla de un 30 a 35% de varones que la padecen en el mundo. Ocurre cuando el hombre no puede ejercer control sobre su eyaculación de modo que “llega” al orgasmo más rápido de lo que realmente desea.

Para calificar a un hombre de eyaculador precoz, los sexólogos consideramos un tiempo menor de 3 a 4 minutos después de la penetración, o aquel que eyacula antes de la penetración; incluso, algunos pacientes confiesan que sólo con el inicio de las caricias, sin quitarse la ropa, ya están eyaculando.

Algunas veces, un hombre o su pareja piensan que hay una eyaculación precoz porque ella “es demorada” para obtener su orgasmo. En este caso es preciso revisar con cuidado la calidad de los estímulos que recibe la mujer que, sin son pobres o de corta duración, probablemente no le faciliten su clímax y creen entonces que el problema es del hombre.

Otras veces se observa que el hombre tiene encuentros sexuales espaciados, como el caso de aquel que trabaja en otra ciudad y al regresar a casa, llega con mucha ansiedad y su eyaculación será más pronta de lo esperado. Esta situación mejora a medida que la pareja va teniendo otras relaciones íntimas  en los días siguientes.

¿Qué causa la eyaculación precoz?
Se considera que toda experiencia sexual temprana que no permite que el hombre aprenda a detectar la señal que le envía el reflejo eyaculatorio, puede causar esta disfunción. Por ejemplo, los abusos sexuales en que el niño es inducido a masturbar a un adulto o la iniciación sexual de un adolescente en ambientes poco adecuados, se consideran situaciones generadoras de eyaculación precoz.

Otros casos que originan este problema sexual son el estrés, la depresión y la ansiedad, que se trasladan de manera inconsciente a la mente del hombre, impidiendo que pueda percibir la señal eyaculatoria. Esto explica la eyaculación precoz que aparece en un hombre que nunca antes había tenido problemas sexuales.

El tratamiento para corregir una eyaculación precoz se basa en medicamentos que buscan eliminar la ansiedad e inseguridad y permiten un mejor control eyaculatorio. Junto con los fármacos se recomiendan unos ejercicios que entrenan al paciente para que detecte a tiempo el momento pre-eyaculatorio y pueda controlar su propia eyaculación.

La terapia sexual para la eyaculación precoz es exitosa en la mayoría de los casos y se requiere unos pocos meses de perseverancia y disciplina para obtener el éxito que se espera. Es importante recordar que la pareja es fundamental en el tratamiento, tanto para tener en cuenta su grado de satisfacción sexual como para motivarla a que le brinde apoyo y confianza a su compañero; por eso, su compañía en las consultas garantiza unos resultados más rápidos.

El mejor consejo que le puedo ofrecer a un eyaculador precoz es que su problema tiene solución y que no es el único en el planeta que presenta esta disfunción sexual. Concientizarse de que algo está fallando en su sexualidad es el primer paso; el siguiente es dialogar con su pareja y buscar ayuda profesional.

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Julio 23 de 2012
Los miedos en el sexo









(Segunda parte)
A pesar de que el hombre ha sido el gran conquistador tanto de corazones como de territorios, no deja de ser una especie de niño asustadizo en la cama cuando se ve enfrentado a temores o inseguridades sexuales.

La mente es fundamental en el desempeño sexual; si las emociones o los pensamientos son de carácter negativo, la respuesta sexual se altera, independientemente de las ganas que se tengan. Indudablemente, un hombre que piense repetidamente que su pene no va a funcionar con esa pareja que desea tanto, pues no va a funcionar.

La cantidad de mensajes que recibe el niño acerca del sexo vinculado a su condición masculina y, a su vez, de poder mostrarse como un verdadero “macho” que va por el mundo teniendo sexo ilimitado y regando hijos por doquier, explican en parte los miedos y amenazas acerca de sus destrezas sexuales.

Si un hombre se avergüenza de sus genitales o duda de su capacidad para gozar y hacer sentir placer a su pareja, se angustiará cada vez que se ocurra un encuentro íntimo y terminará fallando gracias al poder inhibidor de una mente asustada y pesimista.

Algunos de los temores sexuales masculinos más observados son:

*El tamaño del pene: Son numerosas las afirmaciones científicas que desmitifican la creencia popular de que el placer sexual depende de lo largo y ancho del pene. Sin embargo, la gente sigue creyendo que el dueño de unos genitales grandes es un super-amante, cuando la realidad es que el tamaño no va en proporción directa con unos buenos polvos.

*Las erecciones automáticas y duraderas: al hombre se le ha educado en la creencia de que su pene se debe erguir automáticamente ante cualquier pensamiento o estímulo de tipo sexual; esta auto-exigencia se le torna a muchos en una carga terrible, especialmente cuando su condición física o mental no le permiten sostener una erección casi eterna o cuando su pene no responde porque está cansado o estresado.

*Las críticas de la pareja sobre su rendimiento sexual: Erróneamente se cree que el hombre tiene que rendir ilimitadamente en la cama como si fuera una máquina sexual que no siente ni piensa. Tanto ellos como ellas se sienten lastimados si las destrezas sexuales masculinas “no dan la talla” tal como lo creemos: una erección prolongada, coitos unos tras otros y una libido incontrolable, parecida a un animal en celo.

*La amenaza de un embarazo o infecciones: Muchos hombres que presentan fallas en su erección o su eyaculación, tienen miedos ocultos acerca del riesgo de embarazar a su pareja o de adquirir una infección de transmisión sexual, especialmente cuando no utilizan el preservativo. Esta amenaza es letal para un buen desempeño sexual porque, de manera inconsciente, se está bloqueando el disfrute real y espontáneo de la relación sexual.

*El miedo a perder el poder: ¡Cuántos hombres no se asustan ante una mujer activa, provocativa y con mucho conocimiento de las artes amatorias! Es contradictorio que el hombre moderno quiera una pareja que lo provoque y lo excite, pero en la realidad, eso los asusta al punto de que terminan bloqueados totalmente. Este miedo es producto del presunto dominio masculino en la cama, cuando la verdad es que el encuentro sexual debe ser equitativo, sin presunciones de que uno sabe más que el otro y que ambos van a aprender algo nuevo y rico.

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Julio 11 de 2012
Los miedos en el sexo
Hombres y mujeres por igual confiesan en mi consulta un sinnúmero de temores acerca del sexo que pueden terminar afectando la vida sexual. No olvidemos que el cerebro es el órgano sexual más importante del ser humano y si existen pensamientos o creencias negativos, estos terminan inhibiendo o bloqueando la respuesta sexual.

Por ejemplo, un hombre puede ser el mejor amante en la cama pero en algún momento termina con una pérdida de la erección porque siente miedo de ser cuestionado por la pareja acerca del tamaño de su pene. De igual manera, una mujer tiene la gran posibilidad de volverse frígida si teme un embarazo, así esté tomando la píldora anticonceptiva.

¿Por qué hay tantos miedos en el tema del sexo? La principal razón nace del concepto tradicional del sexo que lo relaciona con el pecado, la vergüenza y el tabú. No es gratuita la herencia milenaria que heredamos de nuestros antepasados que vincula aún la vida sexual con el placer malsano, con la deshonra de las mujeres y con el poder de los hombres que los agobia y los llena de más miedos.

En el caso de nosotras, fuimos educadas para ser buenas mamás y esposas y el sexo nos lo mostraron como algo deseable, pero enmarcado en el matrimonio y la reproducción. Nuestra cultura idealizó la felicidad femenina con la llegada de un príncipe que esperaba como regalo una mujer virgen y dispuesta a darle hijos. ¡Nada más! Se nos negaba el derecho a sentir, a desear o conocer de sexo porque eso no era propio de una dama.

Los miedos sexuales quedan anclados en las mentes de las mujeres en la medida en que no se puedan liberar de tantos prejuicios y mitos acerca del sexo. Revisemos los miedos más frecuentes:

*La primera vez: desde antes de que la mujer inicie su vida sexual ya está signada por el terror del dolor o sangrado en la primera relación sexual que tenga. Lastimosamente, nuestras jóvenes aún conservan el mito de la pérdida de su virginidad horrible y dolorosa, a sabiendas de que el dolor ocurre sólo en aquella que no esté suficientemente relajada y excitada.

Las relaciones prematrimoniales: una sociedad que prohíbe o cuestiona la vida sexual de sus mujeres es una sociedad inequitativa. Con la pretensión de que los hombres deben iniciar su ejercicio sexual desde que son jóvenes, se les proscribe a las mujeres esa misma vida sexual. Seguimos calificando al género femenino por el sexo y no por su inteligencia, tenacidad o responsabilidad; de ahí que “la zorra” merece menos respeto y consideración que “la dama o la correcta”, entendiendo que “la zorra” es aquella que se atreve a disfrutar su sexualidad plenamente.

*El placer y el cuerpo como culpa: Hace poco me escribió una jovencita que desea iniciarse con su novio pero teme profundamente que él la vea como un trofeo si eso ocurre. ¡Cuántas creencias malsanas y tontas manejamos las mujeres!

La educación sexual familiar todavía le inculca a las mujeres que el manoseo -léase las caricias-, los besos y las relaciones sexuales son asimilables a los hombres “que se quieren aprovechar de ellas”. Las frases que una niña escucha de sus padres son: “ellos son malos”, “sólo te buscarán para comerte”, “no te confíes de los hombres”, etc.

¿Puede luego esta mujer gozar de su sexualidad? Difícilmente lo logrará ya que en su mente rondan esos fantasmas que le impedirán disfrutar una caricia o desear un beso porque de seguro le harán daño.

*El rechazo de la pareja si ella “sabe más de sexo”: Es sorprendente lo que sucede en nuestros tiempos de modernidad y aparente libertad sexual. Los hombres se quejan cuando las mujeres son pasivas y poco seductoras, pero, al tiempo, cuestionan a las que son activas en la cama. No es extraño que en la consulta acuda un caballero que falla en la intimidad cuando su pareja le sugiere una posición o estímulo o si ella toma la iniciativa para protegerse con el condón.

Por supuesto, esas contradicciones humanas les impiden a las mujeres expresar abiertamente sus apetitos, su gratificación o sus necesidades en cuanto al sexo se refiere. Se ven obligadas entonces a disimular o aparentar con un resultado sexual pobre e hipócrita.

*El miedo a la desnudez: Cada vez más los medios de comunicación y la publicidad muestran cuerpos esculturales y rostros jóvenes como única meta para las mujeres. Esta presión causa un tremendo daño a la autoestima femenina porque nos hace creer que las gorditas, las que tienen arrugas o celulitis, aquellas con senos grandes o pequeños, etc., etc., deben cubrirse y apagar la luz mientras tienen sexo.

Si se cree que el cuerpo es feo automáticamente se bloquea la respuesta sexual. Así que una mujer que se avergüence de sí misma no podrá excitarse y mucho menos alcanzar un orgasmo; indudablemente, esos miedos que la acompañan no le permitirán gozar su sexualidad.

En la próxima entrega les contaré acerca de los miedos sexuales de los hombres.

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viernes, 6 de julio de 2012


Junio 30 de 2012
El “polvo institucional”: cuando el sexo se convierte en una obligación…


¿Te sucede a menudo que ya no quieres retozar con tu pareja en la cama, pero te provoca buscar a otra persona? ¿O tienes como costumbre tener relaciones extraconyugales buscando grandes placeres y con tu esposo o esposa, tienes un polvito de vez en cuando?

El “débito conyugal” o la sensación de que estás obligado a sostener vida sexual con tu cónyuge, es una percepción equivocada que tienen muchas personas que comparten su cama con su pareja pero no sus deseos íntimos y sienten que “les toca” tener relaciones sexuales porque son marido y mujer.

Las relaciones sexuales forman parte del compromiso que una pareja asume cuando se casan porque la sexualidad compartida permite tener los hijos que se desean y construir una intimidad hermosa que refuerza el amor que ambos se expresan. Sin embargo, la rutina y el paso del tiempo van desvaneciendo la pasión fogosa de los primeros años y el aburrimiento empieza a aparecer.

Si los afectados por la monotonía sexual no luchan por mejorar su pobre vida sexual, uno de los dos o ambos, se resignan a tener sexo “porque toca”, “porque existe el peligro de que busque a otra persona” o “para que no se disguste”. Y así viven muchos años en una especie de “polvo institucional” como bien lo llama un querido amigo a esta triste vida sexual matrimonial.

¿Por qué una persona se acostumbra a  buscar o aceptar al sexo por obligación? Veamos algunas razones:

o    Cuando los detalles, los elogios, la ternura y el reconocimiento del otro empiezan a desaparecer, se pierde también el deseo sexual de manera gradual, casi sin que la pareja se dé cuenta. Muchos se quejan porque su pareja sólo busca sexo en las noches mientras que en el día se ha comportado grosero o desatento.

o    Vivir como islas dentro del hogar va deteriorando la pasión y el deseo por el otro. Llegar a la casa gritando porque no le sirven la comida, renegar todo el tiempo, ser agresivo, son comportamientos que desaniman al más apasionado.

o    La falsa vanidad o egocentrismo de algunas personas les induce a buscar fuera de su casa lo que le falta. Lastimosamente, en nuestra sociedad machista, muchos hombres no hablan con sus parejas para oxigenar su vida íntima sino que recrean su placer sexual en la calle. Esta falsa hombría es reforzada por los comentarios y halagos de sus amigos que comparten las mismas creencias de que “el macho” es aquel que se jacta de ser “el mejor polvo” en camas ajenas y no en la de su pareja.

o    La sumisión, el desconocimiento del derecho al placer y las creencias acerca del “débito conyugal” en las mujeres alimentan la creencia de que el sexo es obligatorio. Un gran número de esposas viven una carencia erótica terrible acompañada de frustración, desilusión y desamor, pero no se atreven a hablarlo con sus esposos porque piensan que “esa es la vida que les tocó” y así salvarán su matrimonio.

o    Cuando alguien tiene una disfunción sexual y no busca ayuda profesional, tiende a aceptar las relaciones de manera obligada para que su pareja se satisfaga y así liberarse de sus culpas. Una mujer anorgásmica o que siente dolor en el coito satisface a su marido a pesar de su problema sexual para que él no se disguste y la cambie por otra. Al igual, un hombre con eyaculación precoz o impotencia, se aferrará a tomar por su cuenta toda pastilla que le recomienden pensando que “tiene que cumplirle” a su pareja para que no le ponga los cuernos.

o    Por último, los prejuicios y mitos sexuales de corte machista llevan a muchos a actuar de la siguiente manera: El “polvo casero” está hecho para cumplir un deber con su cónyuge: limitado, poco creativo y con escaso deseo. Mientras que “el polvo del deber ser” es el clandestino, apasionado y atrevido: con la moza, con el amigo o con la trabajadora sexual.  Esta actitud es mezquina con la pareja porque le corta las posibilidades de disfrute y enriquecimiento a la sexualidad de esa persona que te ama y que despierta a tu lado todos los días.

lunes, 28 de mayo de 2012

Ellos también necesitan saber de sexo





Muchas personas aseguran que los hombres saben más de sexo que las mujeres y que, por lo tanto, son más expertos en los temas de cama. ¿Qué tan cierto es esto?
 Tradicionalmente, a los hombres se les ha permitido conocer, hablar y explorar sobre toda clase de temas sexuales debido a la tradición patriarcal de que las mujeres debían ser recatadas e inocentes. Así que nos enseñaron que ellos deben conocer y practicar más el sexo para convertirse en los profesores sexuales de las mujeres.
 Quizás por ese concepto erróneo es que los hombres son renuentes a educarse en sexualidad y piensan que nadie, incluída su mujer, sabe más que ellos sobre sexo. Por supuesto, es un grave error  suponer que uno se las sabe todas en la vida, incluyendo lo concerniente al tema sexual.
 ¿Cuáles son los temas que más creen conocer los hombres sobre sexo, sin que esto sea cierto?
·         El pene y su poder: desde niños nos hacen creer que el pene es un órgano omnipotente, asociado a la virilidad y sin derecho a fallar. De tal modo que un hombre cansado, enfermo o sin ganas, está expuesto a la crítica mordaz de los amigos “si su pene no funciona”. ¡Habráse visto tamaño mito que considera a la erección como un fenómeno perfecto que debe aparecer en cualquier momento, así el hombre no quiera tener sexo!

·         El tamaño del pene: volvemos al pene, al cual se le ha endiosado hasta el punto de que aquel hombre que posee un pene pequeño se siente “poco hombre”. A pesar de que la ciencia ha afirmado que el pene grande no asegura el placer de la pareja, todavía muchos hombres se angustian y buscan pastillas, unguentos, cirugías y hasta pesas que cuelgan de sus miembros, para estirarlos o engrosarlos y hacerlos así más apetitosos para las mujeres. En la consulta diaria me doy cuenta que existen muchos amantes con penes chiquitos que brindan más placer sexual que aquellos grandes que envidian los amigos.

·         El orgasmo de las mujeres: puedo afirmar sin temor a equivocarme que un número importante de hombres no conocen la respuesta sexual de sus parejas. A veces, ni siquiera saben localizar el clítoris para estimularlas como se debe. Los que creen saberlo todo piensan que tocando un poquito por aquí y otro poco por acá, ya pueden buscar la penetración; olvidan que el cuerpo femenino es mucho más que una boca, unos senos o una vagina, y dejan a la pareja de turno frustrada en la mitad del camino, porque su única meta es penetrar y llegar al orgasmo.

·         La cantidad más que la calidad: hasta los jóvenes actuales están convencidos de que las mujeres “piden y piden” en la cama, sin detenerse a pensar que la penetración no es la única meta satisfactoria en una relación sexual. Me atrevo a preguntar esto: ¿qué espera un hombre que toma Viagra u otra pastillita para prolongar una erección en el fin de semana? Probablemente, su ego se inflará al ver que su pene erguido le va a permitir varias horas de placer, pero se habrá preguntado ¿qué es lo que desea su pareja? La cantidad de orgasmos no es lo que identifica un rato de éxtasis, sino la calidad de las caricias, estímulos y ternura que le provea a la otra persona en la cama.

·         El autocuidado sexual: el condón, la fidelidad y la abstinencia sexual son enemigos mortales de una cantidad considerable de hombres. En pleno siglo XXI escucho frases como estas: “ella es la que tiene que cuidarse”, “con el condón no siento placer”, o, “el hombre fiel es un maricón”. No olvidemos que la salud sexual es parte de una vivencia sexual sana y responsable. ¿Acaso vale la pena, por “picarlélas de macho”, que riegues hijos por el mundo, o que adquieras una infección o irrespetes a tu esposa por una infidelidad? Recordemos que los derechos sexuales involucran la participación y compromiso activo de hombres y mujeres.

Espero que hayas reflexionado sobre estos temas sexuales y reconozcas que todos y todas necesitamos educarnos a diario sobre el sexo. 

Consejos para ser un mejor amante

como ser un buen amante
La vida sexual moderna depende de varias cosas diferentes al deseo sano de dos personas de tener relaciones para encargar un bebé o de compartir un rato de placer. Ahora, hombres y mujeres tienen a la mano una cantidad de recetas, consejos, terapias y un sinfín de elementos que buscan inyectarle mayor creatividad y disfrute a los retozos en la cama.
Por supuesto no faltan aquellos que se sienten incomodos, avergonzados o acomplejados, cuando se habla de tener una vida sexual rica, alejada de tabúes y sentimientos de culpa. Sin embargo, debo decirles que una vida de pareja se enriquece también con buen sexo.

La verdadera intimidad se construye con amor, respeto, tolerancia y sexo. No importa si tu prioridad sexual esté en primer o último lugar en tu relación amorosa, las relaciones sexuales estrechan los lazos de amor y retroalimentan el deseo de estar uno junto al otro.
Así que te sugiero que dejes a un lado los remilgos, la vergüenza o la pereza para que oxigenes tu vida sexual que, sin darte cuenta, está apagada, frustrante o, peor aún, desapareció hace tiempo de tu cama.
He aquí algunos consejitos que te permitirán ser un(a) mejor amante:
*Si olvidaste seducir a tu pareja vuelve a hacerlo. Es normal que la costumbre de estar durmiendo al lado de otra persona apague el fuego de una mirada insinuante o un roce sugestivo; pero es peligroso tratar a la pareja como un hermanito o hermanita. Elogia, acaricia, envía mensajes provocadores y besa como en tus viejos tiempos.
*Arregla el cuarto de vez en cuando con unas sábanas limpias y perfumadas, ponte una ropa interior seductora (no a las pantaletas o calzoncillos rotos o viejos) y compra unas velas o aceites con aromas. Inventen nuevos sitios para tener sexo diferente al cuarto matrimonial.
*No empieces tocando los genitales de tu pareja a no ser que esto lo hagas ocasionalmente. En especial, a las mujeres, nos desagradan las caricias torpes, el sexo de afán y los amantes que solo piensan en ellos. Habla antes y durante el encuentro y pídele a tu pareja los estímulos que más te excitan.
*Si algo no salió como esperabas, no se lo digas en el momento y mucho menos en tono de reclamo o rabia. Sé prudente, pero eso sí, habla después para mejorar las cosas.
*La rutina es el peor enemigo de la vida sexual, así que proponle cosas nuevas, ambientes diferentes y técnicas innovadoras. Entre dos amantes es bienvenida toda propuesta que sea aceptada por los dos y que no les haga daño.
*Controla los distractores del buen sexo: los hijos, la puerta sin seguro, el televisor, el computador, el teléfono, etc. Muchas parejas se separan por una telenovela o un partido de futbol. Todo tiene su tiempo y su espacio.
*Por último, habla con tu pareja sobre sexo. Lean sobre el tema, busquen asesoría profesional y pida ayuda si cree que hay problemas sexuales no resueltos..