Acabo de grabar para la televisión unos apuntes sobre sexo y quiero compartir contigo cinco secretos de los que hablé en esa entrevista, para que los conozcas o los apliques en tu vida sexual.
1. El pene chiquito proporciona igual placer que el pene grandote; este último es con el que sueñan todos los hombres, pero a muchas mujeres les incomoda o duele una relación con un falo enorme. Déjame contarte que el placer en la cama lo dan unas caricias estimulantes o muchos minutos de dedicación a la pareja, y no solo un miembro viril. Es bueno recordar que el buen amante no es el que tiene el pene más grande, sino el que goza de buena creatividad sexual.
2. Cuando una mujer finge repetidamente que llegó a un orgasmo, está llevando su felicidad sexual a la tumba; así de cruel como suena. Porque, ¿qué gana ella con su comedia? Nada, excepto la frustración perenne porque sólo ve disfrutar a su compañero, mientras que ella reniega de su vida sexual. No hay derecho a que millones de mujeres se dediquen a inflar el ego de sus maridos mintiéndoles acerca de sus propios orgasmos y escondiendo toda la vida una insatisfacción terrible.
3. Des-erotización es un término que uso para definir la pobreza sexual de las parejas que terminan como dos hermanitos en la cama. Diferentes razones hay para que a los dos se les apague la llamita erótica de la que gozaban antes: trasnochos, preocupaciones, llegada de los hijos, facturas por pagar y muchos problemas más. Sin darse cuenta, van perdiendo el entusiasmo por tener unos buenos polvitos, y un manto de aburrimiento y desinterés empieza a cubrir la cama de esos que antes aprovechaban cualquier momento para retozar.
4. Los niños, desde que son chiquitos, deben recibir mensajes educativos sobre sexo. Los padres y otros adultos me preguntan a diario que cuál es la edad ideal para hablar de sexo con los hijos, porque piensan que es en la adolescencia cuando se deben revisar estos temas con ellos. Tarde será para un padre de familia intentar hablar de sexo con su hijo o hija de 10 o 12 años; es seguro que los amiguitos, la televisión, la internet u otros adultos, ya le habrán tocado el tema. Así que ponte las pilas y deja a un lado la pena o el tabú: la educación sexual se da desde que los hijos son pequeñitos.
5. Placer y dolor no van de la mano y menos en el sexo, a no ser que seas masoquista. Esto lo digo porque las mujeres que tienen dispareunia - una condición en que siempre hay dolor en las relaciones sexuales - prefieren sufrir en silencio para no defraudar o molestar a su parejo. !Qué tal estas mártires! Nada justifica que alguien tenga sexo doloroso y, mucho menos, que no consulte con el médico. Si padeces este problema, díselo a tu pareja para detener ese suplicio y corre a buscar ayuda médica.
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