miércoles, 29 de abril de 2015

Tres mentiras sexuales sobre la erección


Hola mis amigos. Esta vez les toca el turno a los chicos como tú que me lees. 

¿Alguna vez te pasado que al ir en un vehículo en marcha y éste salta debido a un bache, tu pene se levanta simultáneamente? O quizás, cuando estabas más joven y te tocaba pasar al tablero, tu amiguito te hacía pasar vergüenza porque también se paraba para acompañarte al frente de tu clase?

Resulta que esas erecciones involuntarias, a veces incómodas, forman parte de la sexualidad de los hombres pero no suceden porque estás excitado. Simplemente están ahí contigo y se consideran saludables porque significa que estás vivo.

* Creer que la erección es sinónimo de calentura es una mentira que muchos creen. Me apena mucho desvirtuarla ya que el pene se levanta erguido ante situaciones de miedo o vibraciones como el ejemplo del carro en marcha. La misma situación se puede vivir con las erecciones nocturnas que son aquellas que te hacen despertar porque oprimen la vejiga que se ha llenado en la noche y te obligan a levantarte a orinar. Ninguna de estas erecciones significan que tengas ganas de sexo.

* La segunda mentira asegura que tener una erección te obliga a eyacular como sea, porque te puedes enfermar si no te desahogas. !Nada de eso! Si se te paró porque estás pensando en alguien o recibes una caricia, por ejemplo, no es imperativo buscar el orgasmo.

Si un hombre no eyacula en plena calentura, no le sucederá nada en su cuerpo o en su mente; salvo un inofensivo  dolorcito  tipo cólico que puede sentir en sus testículos, ninguna secuela  queda en su organismo si su dueño no puede, o no quiere, continuar con la estimulación erótica.

* Una tercera falsedad sexual asegura que el pene grande crece más que el pene chiquito cuando el hombre está excitado y eso garantiza que el primero le dé mayor placer a la pareja. Temo desencantar a los que creen firmemente en esta mentira.

La realidad es que el pene pequeño crece más proporcionalmente que el grande, no sé si por compensación de la naturaleza u otro fenómeno desconocido. Sin embargo, debo aclarar que el tamaño del pene no es el que asegura tu diploma de buen polvo; nada de eso. El amante que piensa en su pareja y juega mucho en los preámbulos recurriendo a la creatividad, es el que apetecen las mujeres.

Dejemos a un lado las creencias erradas que hay sobre la sexualidad de los hombres y más bien gocemos plenamente sin tantos mitos que se esconden en nuestras cabezas.

viernes, 17 de abril de 2015

Esos miedos que paralizan el gustico


Hola, aquí estoy de nuevo contigo.

¿Sabías que muchas personas no son capaces de liberarse de angustias, temores o falsas creencias acerca del sexo, de manera que no pueden gozar sus relaciones? Quizás hasta uno de ustedes que lee esta nota, sienta que le falta “un no sé qué” para disfrutar realmente una rica encamada.

Cuando éramos pequeños, nos regañaban si nos tocábamos los genitales y nos decían que era malo tocarnos o a los pobres varoncitos los amenazaban con cortarles el pene. No entendíamos por qué pero lo aceptábamos y nos lo creíamos.

Al crecer y llegar a la adolescencia, nos infundieron más miedos sexuales. Que cuidado te dejas manosear si eres mujer, que cuidado si no manoseas si eres hombre, que no han crecido tu pene o tus senos, que cuidado te buscas un embarazo; en fin, decenas de regaños, comentarios y hasta chistes que tenían un tinte de misterio o prohibición.

Ya creciditos, un gran número de personas siguen creyendo en todas las mentiras sexuales que les contaron sus padres, maestros y el resto de la sociedad. Mitos, prejuicios y tabúes que rodean a la sexualidad y que pueden hacer daño de tal manera que terminan inhibiendo el placer.

Veamos algunos de esos miedos con los que podrías identificarte:

* ¿Recuerdas el cuento de la cigüeña que trae los bebés al mundo? Uno pensaría que ya nadie se come este cuento, pero tal parece que sí, cuando observamos tantos adolescentes que tienen su primera relación sexual sin ninguna protección. Piensan que si dan unos saltos después del polvito, o tomando coca-cola con aspirinas, van a evitar un embarazo.

* Algunas chicas me cuentan en la consulta que cuando se estrenaron en las mieles del sexo, escuchaban la voz de sus madres susurrándoles al oído: “no aflojes las piernas antes de casarte”. ¿Se imaginan ustedes a alguien disfrutando en la cama con el martilleo incesante de una amenaza materna?

* Los hombres no se quedan atrás con los pensamientos angustiantes: “no voy a poder”, “no se me va a parar”, “se va a burlar de mi pene”, y otras premoniciones que acaban con su tranquilidad en el momento crucial y los bloquea terriblemente.

*No se escapan aquellos que piensan que si se entregan incondicionalmente, su pareja se las va a montar y a manejarlos como títeres. Resuelven entonces, inconscientemente por supuesto, no entregarse a la otra persona  y terminan bloqueándose terriblemente. Estas son las personas que consultan porque no pueden tener orgasmos (anorgasmia en ellas y eyaculación ausente en ellos) por más que estén excitados.

Liberarse de los miedos y prejuicios es la principal tarea que tenemos todos si queremos disfrutar el sexo. Lee sobre sexualidad, participa en conferencias o consulta a los especialistas, pero haz algo antes que los tabúes y angustias te paralicen totalmente y no alcances a disfrutar ni siquiera un besito.

¿Tienes miedos o creencias raras acerca del sexo que no te permiten disfrutarlo? Escríbeme o llámame para reservarte una consulta.





martes, 14 de abril de 2015

Los tacaños en la cama


¿El tacaño sexual es el que no da dinero en la cama? ¿O acaso es la persona que no quiere pagar favores sexuales? Nada de eso. Llamo tacañería sexual a las personas que niegan el placer a su pareja por más que se les pida que den "un poquito más" de caricias, besos o tiempo previo a la penetración.

Miles de tacaños sexuales han sido mal educados en el sexo y se les ha enseñado que "los machos" no tienen por qué estar complaciendo a cuanta mujer se le atraviese en el camino porque perderían el presunto poder masculino que proclaman. !Si supieran estos machotes los malos polvos que son!

O quizás la tacañería sexual sea parte de la personalidad narcisista de muchos hombres que buscan solo su propio placer y el egoísmo recalcitrante no los deja ver más allá de sus narices, o más bien de su pene. Difícilmente entienden que una relación sexual es de dos personas que tienen todo el derecho a disfrutar en común.

Para no ser injusta con mi análisis de los tacaños en la cama, se me ocurre también que muchos ni siquiera conocen el cuerpo femenino o las muchas formas como puede ser estimulado para que su mujer llegue al verdadero placer y exclame: !oh, qué bueno eres en el sexo! Miles de hombres son ignorantes absurdos de la respuesta sexual femenina, y digo absurdos porque es muy fácil aprenderlo en este mundo de la tecnología. Simplemente, no se les da la gana y tienen en sus cabecitas la creencia firme de que se las saben todas y nadie tiene por qué enseñarles temas de sexo.

Y no creas que los hombres son los únicos tacaños sexuales, de ninguna manera. Muchas mujeres son avaras para prodigar besos apasionados o caricias intensas a sus hombres. Piensan que ellos son los que deben darles placer y su papel es estar quietecitas en el colchón mientras ellos se entregan a la faena erótica. ¿Vacas muertas o muñecas de plástico? !Uy, qué duro, pero parece que actúan así!

La tacañería sexual no posibilita una real intimidad con la pareja, a no ser que esta última sea un ser inerte que no sienta la necesidad de placer. Así que es mejor revisar a fondo si cada uno de nosotros es un egoísta que tiene un polvo consigo mismo, como si la otra persona no existiera. Mucho cuidado y después no te quejes.




lunes, 6 de abril de 2015

Dormir más favorece las ganas de sexo


Más de uno de mis pacientes me asegura que, al llegar a su casa en las noches, lo único que desea es descansar y abrazar su almohada para dormir. "Que me deje dormir" es la frase más común de las chicas cuando me cuentan que no les apetece el sexo y les fastidia el afán de su pareja por echar un polvito.

Si bien la falta de apetito sexual es un problema que debe solucionarse, a muchas personas les doy la razón cuando me enumeran las obligaciones diarias que tienen en el día y parte de la noche, que les obliga a acostarse rendidos sin desear otra cosa que dormir. 

Un estudio reciente publicado por Journal of Sexual Medicine afirma que el número de horas de sueño tiene relación con la libido. Si duermes mejor, sin interrupciones nocturnas, vas a tener un aumento del deseo.

En la práctica, eso ya lo sabíamos los sexólogos: si vives cansado o estresado y tu sueño es de escaso o de mala calidad, el apetito sexual se estrella contra el piso. Lo peor es cuando alguien se acuesta cansado y su pareja le despierta a media noche para tener sexo; aquí sí es verdad que esa escasa libido se evapora más rápidamente por el mal genio que esa molestia puede generar.

¿Duermes mal o te acuestas tan cansado que en lo último que piensas es en sexo?
No es bueno que esa situación se perpetúe porque te va a afectar la salud y además tu relación de pareja. Trata de buscar soluciones concertadas con tu compañero de cama para que descanses como te lo mereces sin que tu vida sexual se vaya al traste.

1. No lleves trabajo a tu casa para revisarlo en la noche; este es el peor error que cometen muchísimas personas; no podrás descansar y no es justo con tu amante que te espera para conversar, ver televisión, arruncharse y no sólo para tener un encuentro sexual.

2. Si tienes hijos y tareas domésticas por hacer en las noches, habla con tu pareja para que se repartan las obligaciones. Por ejemplo, mientras tú supervisas las tareas escolares y los llevas a la cama, el otro puede adelantar el almuerzo del día siguiente y lavar la loza. No te cargues solito las obligaciones familiares.

3. La televisión, el internet y el teléfono son enemigos del descanso nocturno. Deja para el fin de semana los trasnochos que producen las tecnologías modernas y dedícate a relajarte antes de dormir para que tu sueño sea plácido y reparador.

4. Algunas parejas negocian- así como lo lees- negocian sus encamadas para evitar el cansancio crónico. Si una relación sexual rapidita no te satisface a mitad de semana, habla con tu pareja y mejor dedíquense el domingo a retozar los dos en la cama hasta tarde. Quién quita que repitan varias dosis de amor, y el lunes ambos estarán sonrientes y con las pilas puestas.

5. El sueño es saludable y todos lo necesitamos. La comodidad de tu cuarto, un colchón confortable y unas sábanas limpias, favorecen el descanso nocturno. Si tienes niños pequeños acostúmbralos a dormir en su habitación y no permitas que se metan en tu cama; esto impide la intimidad y altera el descanso de los papás.