Indudablemente, el principal órgano sexual no lo tienes abajo sino arriba, en tu cerebro. Entender esto es el principal paso para aceptar que cuando uno está preocupado, o triste, o cansado, la respuesta sexual no va a ser la mejor o, simplemente, no se va a dar.
Me contaba un paciente hace unos días, que "no funcionó" porque no le agradaba la mujer con la que se acostó y quería sólo complacerla. Si no hay deseo o gusto por la pareja, ¿cómo vamos a funcionar? No somos máquinas que se prenden con un interruptor y funcionan porque sí; somos humanos con sentimientos y pensamientos.
Los miedos e inseguridades afectan mucho a la vida sexual de las personas. Ellos pueden causar disfunción eréctil, anorgasmia e incluso dolor en un encuentro sexual. Revisemos tres de esos temores para que los analices y mires si te pueden afectar:
1. El tamaño del pene: No es cierto que lo grande del pene asegure el placer de la pareja; esto está más que comprobado y, sin embargo, los hombres siguen aferrados a la idea fantasiosa de un falo enorme.
Toma la cinta métrica y bien tempranito, mide tu pene en erección; el tamaño promedio está entre 12 a 18 cm. Si tu amiguito está en ese rango, ya no te preocupes, así encuentres alguna amante antipática que quiera compararte con un ex.
2. El olor o aspecto de tu cuerpo o de tus genitales: Las mujeres padecemos de un "complejito global": porque estoy gorda o flaca, porque mis senos son grandes o chiquitos, porque tengo estrías o celulitis, porque mi vagina es rosada u oscura, etc., etc....!Así quién goza de su intimidad!
Si nos aceptamos como somos y al mirarnos desnudos al espejo, apreciamos lo atractivo de nuestro cuerpo, la autoestima se elevará como espuma y nos brindará seguridad y confianza. Todos y todas tenemos defectos físicos que podemos modificar si así lo deseamos; o podremos sobrellevar sin que nos obligue a escondernos debajo de las sábanas.
3. Una falla en la erección: Puedo asegurarte que todos los hombres van a presentar, por lo menos, una vez en sus vidas, una falla en su erección; esto no significa que todos son unos impotentes. La erección es una respuesta fisiológica ante la excitación que está mediada, entre otras cosas, por lo que ocurra en tu mente, en el ambiente y en la pareja.
Ir a una cita amorosa pensando en que tu mejor amigo no se va a erguir, es anticipar un fracaso. Igualmente, si en algún momento de éxtasis, tu pene se cae y queda dormidito sin explicación aparente, tómalo con calma, disimula la vergüenza y busca estimularlo de nuevo. Si el pene permanece acostadito, déjalo para otro día. Vas a ver lo bien que se portará en la siguiente encamada.
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