Hola, feliz de estar contigo en el Día Internacional de la Felicidad, fecha instituida por la ONU, cada 20 de marzo, para recordarles a las personas esa emoción que todo el mundo aspira tener.
Yo no creo que pueda ser feliz una persona que vive con menos de un dólar diario, que ve morir a sus hijos por desnutrición, que no tiene ni siquiera una letrina o debe recorrer varios kilómetros diarios para buscar un balde de agua. Me cuesta trabajo creerlo.
Sin embargo, al leer historias de personas que son pobres pero que tienen un ánimo extraordinario para reír en medio de las carencias o las tristezas, cambio un poco mi percepción y logro entender que la felicidad no va de la mano con las riquezas.
Pero el fin de esta nota no es elucubrar sobre la felicidad en sí, sino hacerle un homenaje a las endorfinas, esas hormonas que se encargan de hacernos sentir felices. Cuando comemos chocolate o cuando nos enamoramos, las endorfinas nos brindan la sensación de bienestar o relajación que conduce a la felicidad.
Yo le llamo el carrito de la felicidad a ese grupo de hormonas. Llenarlo depende de nosotros para lograr alegrarnos la vida a pesar de las deudas, los problemas o, incluso, de la soledad. ¿Cómo lo llenamos?
Te propongo armar estas valijas para ocupar tu vehículo de endorfinas. Igual tú puedes armar tu propio equipaje para que hoy y todos los días te sientas feliz.
1. Sentirse en paz con uno mismo pienso que es el equipaje básico. Esa paz nos la puede dar la espiritualidad en caso de que creas en un ser superior, acompañada de valores como la empatía con los demás, la capacidad de perdonar y la compasión por aquellos que necesitan de nosotros: tu familiar, el vecino o un animalito. Un corazón tranquilo emite señales de alegría que nos contagia.
2. Sonreír o reír a carcajadas produce una instantánea emisión de endorfinas que nos relaja y rejuvenece. Así como lo lees, la risa pone a trabajar a los músculos de la cara y activa el colágeno que pone la piel más tersa y bonita.
3 Caminar o hacer ejercicio, preferiblemente en un ambiente natural como la playa o el bosque.O bien,observar y detenernos a escudriñar las cosas que muchos creen que son tontas como la luna, un insecto o las flores, también hacen brotar un torrente de endorfinas en nuestra sangre que trae serenidad y alegría a nuestras vidas.
4. Estar enamorado contribuye a llenar el carrito de la felicidad. Pero !ojo! con esto porque hablo del buen amor, de aquel que no atropella ni angustia. La armonía en la vida de pareja trae bienestar, a diferencia del noviazgo o matrimonio en el que predominan los celos, las peleas diarias y el maltrato.
5. Si no estás enamorado no sientas que te falta la maleta del amor para que tu carrito feliz sea completo.!De ninguna manera! El amor hacia tus seres queridos, a tu mascota o a tus compañeros de trabajo, también cuentan. Muchos de mis lectores pueden estar solos en estos momentos pero eso no significa que te debas sentir amargado; de tu actitud depende que busques la felicidad en situaciones diferentes a una relación de pareja.
Feliz día de la felicidad, o más bien, feliz día de las endorfinas.