miércoles, 26 de noviembre de 2014

Emociones que acompañan a los problemas sexuales



Después de aportar con orgullo mi experiencia como sexóloga al libro publicado hace pocas semanas en Brasil, llamado Cuestiones Básicas para la Sexología Latinoamericana, quiero compartirles las reacciones emocionales que sienten las personas cuando llegan a mi consulta por un problemita sexual.

Cuando alguien se siente insatisfecho con su sexualidad, es difícil que lo comparta con alguien, así sea con su pareja o con el mejor amigo que tenga. Revelar lo más íntimo que tenemos los seres humanos no es nada fácil; aparecen sentimientos de verguenza, de pudor o de culpa: "por qué a mí", "a nadie más le pasa esto" o "qué pena hablar de mi sexualidad", son pensamientos que nos llegan a la mente e impiden que busquemos un consejo o ayuda.

Eso es lo que sentía Luisito cuando entró a mi consultorio. Empezó a llorar en cuanto lo saludé y, después de calmarlo, hablaba atropelladamente como buscando desahogarse. Me decía que no quería vivir más, no duerme y su esposa está a punto de dejarlo por una disfunción eréctil que le acompaña desde hace muchos años.

Antes de decidirse a buscar ayuda profesional, Luisito visitó brujos y farmacias, tomando pócimas milagrosas o pastillitas que les prometían salir de su grave problema. Nada le sirvió y eso lo hundió más en la desesperación.

Su mujer se cansó de suplicarle que buscara un médico y, finalmente, empezó a distanciarse de él al punto de que tienen más de seis meses que no se tocan un pelo.

Como Luisito, hay muchos casos de hombres y mujeres que se sienten atrapados en un torbellino de pensamientos, sentimientos y miedos a raiz de una disfunción sexual. Millones de personas esconden sus problemas sexuales y se hunden en el pesimismo y la tristeza hasta agotarse y perder la esperanza de vivir una sexualidad plena.

Quizás en algún momento tú has sentido tristeza, rabia, decepción, desesperación, culpa, fastidio o has decidido entrar en un mutismo total sintiendo que ya nada te importa en la cama. Es bueno que sepas que la terapia sexual es el momento en que puedes abrir tu vida y tu corazón al especialista, quien no solo va a buscar resolver tu problema sexual sino también escucharte, consolarte y "ponerse en tus zapatos".

Alguien decía que los sexólogos somos "curadores del amor", porque sanamos la salud sexual - por lo menos lo intentamos - y acompañamos a resolver las crisis de vida y los conflictos de pareja que van escondidos detrás de los problemas sexuales. Qué hermosa y compleja misión tenemos pero la hacemos con mucho amor!

Finalizo mi escrito en el libro con esta frase: " Calidez, afecto, sonrisas y por qué no, ayudar a reír a nuestros pacientes, servirán para que se validen nuevamente como personas que merecen una sexualidad gratificante y un nuevo despertar en sus vidas". Un abrazo.

* Si quieres adquirir el libro puedes adquirirlo en: http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_ss_fb_0_18?url=search-alias%3Daps&field-keywords=cuestiones+basicas+para+la+sexologia+latinoamericana&sprefix=cuestiones+basicas%2Cnull%2C357